Láminas electroluminiscentes

Las ventajas constructivas de las láminas electroluminiscentes son un argumento importante para su uso en los teclados de membrana. Se distinguen por su bajo consumo eléctrico, una altura constructiva mecánica reducida y flexibilidad mecánica. La distribución homogénea de la luz de retroiluminación es otro punto positivo de las láminas electroluminiscentes. Las partículas de fósforo electroluminiscente se distribuyen homogéneamente sobre la superficie de las láminas. Esto las distingue de otras fuentes luminosas, como los diodos luminosos o las bombillas, que son fuentes puntuales.

Las láminas electroluminiscentes emiten una luz homogénea en toda su superficie. Gracias a su elevada eficiencia, se distinguen por su bajo consumo de electricidad. Si se sustituyen bombillas de incandescencia o diodos luminosos por láminas electroluminiscentes, disminuye el consumo de electricidad en más de un 50%. La disipación de energía en forma de calor es mínima. Normalmente, las láminas electroluminiscentes tienen un espesor menor de 0,3 mm. Esto constituye una ventaja decisiva en comparación con fuentes luminosas puntuales, que requieren conductores de fibra óptica de 2 a 3 mm de espesor para lograr una distribución homogénea de la luz.

Las láminas electroluminiscentes se fabrican por impresión serigráfica; por tanto, es fácil realizar prácticamente cualquier diseño gráfico. La única limitación es la forma plana de la lámina. La superficie de la lámina electroluminiscente puede brillar también de forma selectiva. Si es necesario, puede activarse por separado cualquier zona de la lámina. La luminancia o intensidad luminosa de una lámina es decisiva para determinar las condiciones de servicio. Las láminas electroluminiscentes necesitan una señal de corriente alterna para la operación. Las láminas más brillantes utilizan mayor tensión, o mayor frecuencia.

La vida útil de las láminas electroluminiscentes depende en gran medida de la luminancia. Con el tiempo, las láminas pierden sucesivamente luminancia. La medida estándar utilizada para describir la vida útil de las láminas electroluminiscentes es el tiempo que transcurre hasta que se pierde el 50% de la luminancia inicial. Las láminas con una luminancia inicial elevada pueden alcanzar el 50% al cabo de 500 horas. Las láminas con menor luminancia inicial alcanzan una durabilidad mayor, de hasta 5.000 horas. El tipo de señal de corriente alterna influye asimismo sobre la vida útil de la lámina.

La luminancia aumenta también con la tensión eléctrica. Para aumentar la luminancia de una lámina electroluminiscente es recomendable aumentar la tensión, y no la frecuencia de la corriente eléctrica. También es importante elegir el color adecuado para la lámina. Los colores más usuales son verde, verde azulado y blanco. Verde y verde azulado son los colores naturales que emite el fósforo. Por lo tanto, son los colores más efectivos. El color blanco no presenta una banda ancha, y es aproximadamente 20% más oscuro que una lámina comparable de color verde. Modificando la frecuencia puede cambiarse el color. Un aumento de la frecuencia modifica el color en dirección al azul, mientras que una frecuencia más baja genera un color más cercano al verde.