Los teclados capacitivos soportan exigencias mecánicas elevadas

BOPLA amplía su programa de unidades de entrada con teclados de membrana capacitivos. Estos teclados son resistentes a los ácidos, a la suciedad y a otras impurezas y soportan solicitaciones mecánicas elevadas. La limpieza de la superficie es sencilla y permite observar estándares muy altos de higiene.

Descripción detallada del producto
No existe una unión mecánica con el usuario y, por lo tanto, no se trata de teclas mecánicas. El elemento activo de la tecla está separado del usuario por una superficie lisa (por ejemplo, vidrio, plástico o bien otras superficies no conductoras). Esto simplifica enormemente la limpieza de la superficie, lo que permite el empleo del dispositivo en áreas con riesgo de vandalismo y la utilización en entornos que requieren pureza higiénica, como la medicina o la industria alimentaria). La superficie lisa garantiza además que sea posible manejar el dispositivo sin presión, es decir, mediante un ligero contacto. La falta de confirmación táctil puede suplirse con señales ópticas y/o acústicas. Los teclados e interruptores con principio de actuación capacitivo pueden configurarse con teclas individuales o con grupos de teclas, y es posible cualquier combinación imaginable de teclas. Como es natural, también es viable una configuración personalizada del layout.

Realización técnica
La superficie sensible del pulsador consta de dos áreas aisladas entre sí (electrodo emisor y electrodo receptor). En el lado del sensor se generan vibraciones, que se transmiten mediante un acoplamiento capacitivo al electrodo receptor. Al apoyar el dedo, la capacidad del cuerpo humano se conecta con la del receptor. En consecuencia se atenúan las señales transmitidas. Mediante la atenuación se detectan y evalúan los impulsos de conmutación. Con el uso de filtros digitales y algoritmos adaptados se evita que interferencias de corta duración o modificaciones lentas (lluvia, empañado etc.) originen errores de funcionamiento.

Distintas estructuras
La unidad de manejo capacitiva completa consta de tres elementos: sensores capacitivos, equipo electrónico de evaluación y la superficie de manejo propiamente dicha (generalmente vidrio, o plexiglás). Es frecuente montar los sensores y el equipo electrónico de evaluación en una misma placa de circuito impreso. No obstante, si es necesario implementar una retroiluminación de las superficies de las teclas, o si la superficie es curva, o acodada, no es posible montar la placa de circuito impreso directamente detrás de la superficie, y se recomienda el empleo de una lámina sensora separada. En este caso, las superficies sensoras se aplican por impresión serigráfica sobre una lámina de poliéster y se unen con el equipo electrónico utilizando un cable plano. En este plano se encuentran también los diodos luminosos que iluminan las teclas de forma superficial a una distancia definida.